Hemos vivido desde hace unos años un afán por hacer de todos emprendedores, empresarios, jóvenes emprendedores, luego hubo que modificar esto de joven y que la edad no tuviera nada que ver con el espíritu emprendedor, pero en definitiva todo era producir y producir como fuera un producto denominado emprendedor a costa de lo que fuera, y que las listas de un desempleo se fueran disimulando. No voy a entrar en valoraciones políticas, no es el fin de este artículo, pero si desde la experiencia que he vivido y que sigo viviendo todos los días puedo decir que se ha enviado a mucha gente al desastre total haciéndoles creer que iban a tener su propio empleo, nunca negocio, porque nadie les explicó que no es lo mismo autoempleo que negocio, y posteriormente cuando todo fuera mal no iban a tener ningún tipo de ayuda, al contrario todo iban a ser pegas, problemas y más problemas.
Durante más de cinco años de burbuja emprendedora, se ha dado asesoramiento gratuito a todo el que lo ha pedido, se han abierto cientos de entes destinados a enredar a todo aquel que con una “idea” y sin más, quisiera autoemplearse en eso, una idea que no daba dinero, al contrario, como nadie tomaba la más mínima precaución, con el tiempo se transformaría en un agujero negro para la ya maltrecha economía del “emprendedor”.
¿A cuántos emprendedores se les ha dicho que protegieran su patrimonio personal?
¿A cuántos emprendedores se les ha dicho que no sólo había que tener un Plan de Negocio bueno, bonito y precioso en un mundo utópico en donde siempre se cobra sino que había que tener un Plan de Contingencia por si todo iba mal?
Nadie habló de esto.
En no sé cuántas conferencias que he dado y seguiré dando siempre se me han dicho que quitaba las ganas de emprender y siempre daba la misma respuesta, no quito las ganas sólo te digo lo que hay, la experiencia del día a día, la realidad que no te cuentan en la ventanilla única ni de aquellos que dicen que saben mucho y no tienen ni un negocio montado o se lo lleva otro.
Ahora ya han empezado los bajones. Parece ser que no hay tantas ganas de emprender ni hay ya tanta gente dispuesta porque están viendo en cabeza ajena lo que está pasando por ese globo del emprendimiento loco y sin el más mínimo análisis de viabilidad del negocio.
Pero ahora hay miles de emprendedores que están cautivos de su “idea” y no pueden escapar de ella. Sólo les queda o el “cierre a la española” como ya hablaba hace un tiempo durante la crisis, lo dejo y que me busquen, creando las sociedades y negocios zombi, o ir hacia un adelante pero ahogándose más y más, deuda que se paga con deuda. Es en momento de mirar ese plan de negocio que siempre debió de estar delante, cambiando día a día y modificarlo, reestructurarlo y afrontar la decisión de seguir o no y si esto conlleva otro Plan, el “Plan de Contingencia”.
Se puede cambiar todo esto, Si.
Durante más de cinco años de burbuja emprendedora, se ha dado asesoramiento gratuito a todo el que lo ha pedido, se han abierto cientos de entes destinados a enredar a todo aquel que con una “idea” y sin más, quisiera autoemplearse en eso, una idea que no daba dinero, al contrario, como nadie tomaba la más mínima precaución, con el tiempo se transformaría en un agujero negro para la ya maltrecha economía del “emprendedor”.
¿A cuántos emprendedores se les ha dicho que protegieran su patrimonio personal?
¿A cuántos emprendedores se les ha dicho que no sólo había que tener un Plan de Negocio bueno, bonito y precioso en un mundo utópico en donde siempre se cobra sino que había que tener un Plan de Contingencia por si todo iba mal?
Nadie habló de esto.
En no sé cuántas conferencias que he dado y seguiré dando siempre se me han dicho que quitaba las ganas de emprender y siempre daba la misma respuesta, no quito las ganas sólo te digo lo que hay, la experiencia del día a día, la realidad que no te cuentan en la ventanilla única ni de aquellos que dicen que saben mucho y no tienen ni un negocio montado o se lo lleva otro.
Ahora ya han empezado los bajones. Parece ser que no hay tantas ganas de emprender ni hay ya tanta gente dispuesta porque están viendo en cabeza ajena lo que está pasando por ese globo del emprendimiento loco y sin el más mínimo análisis de viabilidad del negocio.
Pero ahora hay miles de emprendedores que están cautivos de su “idea” y no pueden escapar de ella. Sólo les queda o el “cierre a la española” como ya hablaba hace un tiempo durante la crisis, lo dejo y que me busquen, creando las sociedades y negocios zombi, o ir hacia un adelante pero ahogándose más y más, deuda que se paga con deuda. Es en momento de mirar ese plan de negocio que siempre debió de estar delante, cambiando día a día y modificarlo, reestructurarlo y afrontar la decisión de seguir o no y si esto conlleva otro Plan, el “Plan de Contingencia”.
Se puede cambiar todo esto, Si.