A lo largo de tu carrera prestando servicios, te habrás encontrado con clientes de todo tipo, de los “buenos” y de los “malos”.
Pero cuando empieza a ser la tónica habitual que tus clientes te protesten por cada euro que les cobras, te amarguen la existencia, sea complicado trabajar con ellos y empiezan a ser servicios pocos rentables, tienes un problema.
Lo que tienes que saber es que es responsabilidad únicamente tuya el tipo de clientes con los que trabajas. Si no tienes una estrategia definida, te va a llegar de todo, y probablemente muchos de esos clientes no son tu cliente ideal.
¿Quién es tu cliente ideal? Pues no es todo el mundo. Un cliente al que tú tienes que convencerle de que tiene un problema y tiene que pagar por solucionarlo, NO lo es.
Por el contrario, sí lo es el que sabe que tiene un problema que tiene que solucionar y tiene claro que debe pagar para conseguir ese objetivo.
Con este tipo de cliente, tu única misión es convencerle de que contratarte a ti es mejor que hacerlo con tus competidores.
¿Cómo consigues atraer a ese tipo de cliente? Evidentemente sólo dirigiéndote a él. Y para ello, tu estrategia de marketing debe estar enfocada a captar clientes únicamente del tipo que tú busques.
Es posible que para ello tengas que buscar en sectores distintos, subir el precio de tus servicios, dirigirte a aquellos con un mayor poder adquisitivo….
Como ya habrás tenido clientes con los que te ha gustado trabajar y te han proporcionado lo que buscas, hazles una radiografía. Piensa que características los definen y empléate en pensar como ellos para ofrecerles lo que necesitan.
Al hacerlo de esta manera sólo atraerás a tus clientes ideales.
¿Ya sabes con quién quieres trabajar?
Pero cuando empieza a ser la tónica habitual que tus clientes te protesten por cada euro que les cobras, te amarguen la existencia, sea complicado trabajar con ellos y empiezan a ser servicios pocos rentables, tienes un problema.
Lo que tienes que saber es que es responsabilidad únicamente tuya el tipo de clientes con los que trabajas. Si no tienes una estrategia definida, te va a llegar de todo, y probablemente muchos de esos clientes no son tu cliente ideal.
¿Quién es tu cliente ideal? Pues no es todo el mundo. Un cliente al que tú tienes que convencerle de que tiene un problema y tiene que pagar por solucionarlo, NO lo es.
Por el contrario, sí lo es el que sabe que tiene un problema que tiene que solucionar y tiene claro que debe pagar para conseguir ese objetivo.
Con este tipo de cliente, tu única misión es convencerle de que contratarte a ti es mejor que hacerlo con tus competidores.
¿Cómo consigues atraer a ese tipo de cliente? Evidentemente sólo dirigiéndote a él. Y para ello, tu estrategia de marketing debe estar enfocada a captar clientes únicamente del tipo que tú busques.
Es posible que para ello tengas que buscar en sectores distintos, subir el precio de tus servicios, dirigirte a aquellos con un mayor poder adquisitivo….
Como ya habrás tenido clientes con los que te ha gustado trabajar y te han proporcionado lo que buscas, hazles una radiografía. Piensa que características los definen y empléate en pensar como ellos para ofrecerles lo que necesitan.
Al hacerlo de esta manera sólo atraerás a tus clientes ideales.
¿Ya sabes con quién quieres trabajar?
